Escritura Automática
Introducción:
Desde hace un tiempo estoy subscrito al boletín que Pepo M tiene aquí en Substack. Llegué a él a través de la compra por Bandcamp de su disco (realmente del de su grupo “The Secret Soviety”) “Hacemos ruidos raros al rompernos” que, por mucho que insistí, nunca me llegó. Supongo que realmente me envió el disco por correo Express (¿quíen sabe dónde?) y que se extravío. En cualquier caso, y no sé si por cabreo o por cansancio, jamás le comenté que nunca llegó a formar parte de mi colección de vinilos “tope guapos”.
En una de sus conversaciones (vía mail) me “invitó” a conocer el boletín, alegando (y cierto es) que últimamente escribía mucho sobre música y que tal vez me podía interesar. La subscripción era completamente gratuita aunque también existía la opción (más o menos económica) de pago. A ésta yo, en un principio y hasta este momento no me acogí, ya no sólo por mi mermada economía, sino porque aún está abierta la herida del disco que no llegó. Una forma, justa para mi y no tanto para él, de cobrármelo… quizás con creces.
En fin, que me he enganchado a sus historias al igual que en su día me enganché (y aún sigo) a sus dos tremendos discos “Peores cosas pasan en el mar” y “Hacemos ruidos raros al rompernos” que ya forman parte de mi pequeño mundo existencial.
En el último artículo publicado y, supongo que a modo de prueba o “capítulo piloto”, ha comenzado una sección que titula “HEARTCORE” Escritura Automática y que viene a ser, y cito textualmente “una sección donde vuelco todas las ideas que me vienen a la cabeza mientras escucho un disco. Sólo escucho discos que me gustan, de modo que estos textos no pretenden ser, en ningún modo, una reseña o una crítica a ningún trabajo artístico. Muy al contrario, utilizo la música que encierran como disparador de pensamientos a los que no accedería de otro modo. Se trata de pasar un rato escribiendo a la vez que escucho música, como actividad creativa más que pasiva. Como es evidente, nunca sé qué es lo que va a salir de aquí pero no tengo miedo a nada. Escribir es la forma más sencilla de escapar.”
Y heme aquí, sin ningún tipo de vergüenza (pues sigo pensando que su deuda conmigo será infinita) copiando la idea y haciendo mi “capítulo piloto” de esta idea a la que ni siquiera voy a cambiarle el nombre. Puestos a plagiar, que se note.